y los del Duero
me dieron de beber.
Su villa me acogió con los brazos abiertos
y yo me dejé querer.
Y llegó el día, me escribe.
Día gris, día de lluvia.
Pero no quiero más despedidas,
porque sé que volveré.
Ahora solo me sorbo las lágrimas
que me saben a piruleta.
4 comentarios:
si saben a piruleta...
todo bien ;)
y no existen despedidas cuando sabes q vas a volver
Es jodío irse de un sitio en el que te gusta estar. Pero lo bueno, si breve, dos o tres veces bueno!
Y ten en cuenta el buen sabor que has dejado tú también!
y aquí te dejo una sonrisa, que parece haber buenas noticias en el horizonte, y unos besos sin estrenar...
Así es.
Pero aún así no podeis imaginar todo lo que saco de un nuevo cambio.
Me encanta que la primavera sea transitoria todos los años de mi vida.
Gracias por los animos!!
Y por los besos, que ya era hora!!jaja
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