(... o "algunas geometrías interiores desordenadas")
No se hablaba, se gritaba.
No se razonaba, se daba un portazo.
No se pedía perdón, se hablaba del tiempo.
Aquellos años,
corría, huìa, se refugiaba
en las montañas, entre los árboles, en la terraza.
Ahí donde nace la espiral.
Lo sabe.
Le quema,
le duele.
Con todo mi respeto a México,
pero QUERÉTARO
no me acaba de convencer como la palabra más hermosa del español.
Y entiendo que el español va más allá
de las fronteras de España...(menos mal)
pero no.
No cuela.
Supongo que de los más de 33.000 votantes
muchos serían hispanoamericanos, supongo eh,
que no tiene porqué,
eso, o que Gael García Bernal, quien propuso "querétaro",
tiene más empuje que Ana María Matute.
(que todo puede ser)
Aunque al menos supera a "malevo", la elegida el año pasado,
que también se las trae.
La verdad es que decantarse por una es limitarlo demasiado,
me pongo a rebuscar y sale "licántropo" "cerezas" "mariposa"
"barroco" "tormenta" "lluvia" "etéreo" "pájaro" "luna"
"amapolas" "vértigo" "charcos" "huida" "gaviota" "amuleto"
"oveja" "aliento" "alas" "muñeca""crepúsculo" "luciérnaga"
"libélula" "abril" "teatro"
"INFINITO".
También hay palabras que son bellas en cualquier lengua
¿Y LA VUESTRA?
Piensen, busquen, rebusquen...
además es un buen método para crear
y recordar.
Y a nosotros
nos sucede todo lo contrario.
Es ella la que nos enloquece.
LLevarla tan cerca
sentirla tan presente
desboca nuestra cordura
irremediablemente.
Dicen que la muerte me hace puta
¿y qué?
Aquel que no sienta vértigo
mientras piensa en ella
no es digno de entendernos.
No sé por qué motivo
cuando llega Junio
me da por plantaear una serie de propósitos
que cumplir durante el verano.
Como a muchos, supongo.
Será por la sensación de fugacidad estival,
por el deseo de aprovechar el tiempo deseado,
quizá por regresar un poco
a las tardes de infancia.
El caso es que repaso los del año anterior,
para comprobar sí los llevé a cabo... propósitos 2010
Y me percato de lo conformista que soy:
este año, podría enumerar los mismos,
no por incumplidos,
sino porque siguen siendo
los que inflan mi espíritu.
Quizá añadiría alguno
como por ejemplo:
-llevar a mi madre de viaje donde ella quiera,
y volver a bailar con mi padre
como cuando era una niña
y celebrábamos una boda cada año.
(Ahora que están aquí,
antes de que sea demasiado tarde.)
Por lo demás,
espero inventar
de tarde en tarde
los zapatos que recorran
el camino de los ingleses.
(basada en la novela de Antonio Soler, Premio Nadal muy recomendable)