11 del 11

del nueve.

No me perdono haberme perdido
el concierto de Raphael,
y para recompensar...
 he pasado la tarde en la Feria.

Donde se regresa
al tiovivo de los recuerdos infantiles,
y algunos ya maduros.
Donde imagino tu perfil,
tu cuello.
Y tus brazos derribando castillos
para regalarme una princesa.
Apostando por el mejor camello.
Porque tú, casi siempre ganas.
Por cierto, se nos da igual de bien
encontrarnos sin buscarnos
que evitarnos.
Ya hace casi un mes.
Y para recompensar...
subo a la noria donde puedo gritar.

"A veces encuentro las nubes de algodón para las esquinas esas del corazón" ;)



2 comentarios:

Sr. D. Javier de García dijo...

Y los megachurros? Esos que rebosan protones (y azúcar a borbotones, jaja!) Se te olvidó nombrarlos!

NubOsidad VaRiable dijo...

Calla calla...
azucar y grasas, miles y miles.
Esa noche ni dormí por la ingesta desmesurada jajaja