La sal que cicatriza

A veces, la playa.








Otras...
Tener hermanos, tres (El número de la suerte)
y recordar el baño de las tardes
en las que lo más importante era MacGyver
y merendar pan con chocolate.









Que a pesar de los pesares de cada cual,
nos defendamos,
si hace falta, hasta con sangre.
Porque las heridas de guerra
apenas duelen si las lavas con sal cicatrizante.




Hay libros que estan para recordárselo a uno de vez en cuando
como por ejemplo "La sal de la vida" de Anna Gavalda.
156 páginas que se leen en menos de dos horas,
como si merendaras pan con chocolate, o mejor aún , nocilla.

5 comentarios:

Sr. D. Javier de García dijo...

Chocolate!!
Nocilla!!!

Lo siento... en cinco minutos vuelvo...

Sr. D. Javier de García dijo...

ya! Cojonudo!

jeje! Oye, yo también tengo sal!

NubOsidad VaRiable dijo...

El miércoles me das una mijita!;)

Elchiado dijo...

Aiiiinssss!!!, por eso me gusta tanto venir por aquí, porque nunca sé el tiempo que vamos a tener y es genial asomarse a descubrirlo; ah!, y también porque han aparecido unas bragas en mi blog... (((y no sé si son o no las tuyas))), para decirte que a mi supuesta elegancia le encanta coquetear con tu evidente frescura, so linda, y reír junto a ella como dos críos traviesos.

NubOsidad VaRiable dijo...

Mías mías pero no se lo digas a nadie jiji y encima por triplicado.
y la frescura tan contenta con tus visitas vamos!! :))))