Paradise Lost

(Aunque yo prefiero titularlo:
"Las sandalias de San Miguel descalzo")

Saber que alguien piensa en tí
todos los 29 de septiembre
de todos los años,
después de tantos años.

A la espera de un beso robado
o de un interminable abrazo.

Saber que apareces
con frecuencia en sus sueños.
Paseando caderas.
Regalando estrellas.

Príncipe de un reino imposible
que no cesa en la batalla,
mientras espante a los cuervos
que se quede junto a mi cama.

Como un ángel caído.
En ocasiones se disfraza.

San Miguel o Lucifer.
San Miguel y Lucifer.
Y viceversa.

Sus alas son ahora mi esperanza.
Paupérrimamente.
¿Caer en él para salvarse?

2 comentarios:

El Nota dijo...

Uff aqui hay mucha fe, la chica de la foto se ha tirao aposta claramente

NubOsidad VaRiable dijo...

Así es!! La fé mueve montañas.