Marzo, casi ha volado
como si fuera un pájaro.
Sesgando la quietud del estanque,
creando ondas más allá de la orilla.
Dejando rastro.
Y yo me voy y me vengo
y para respuestas,
las dudas de una niña.
Y arranca la primavera
como una hormigonera vieja.
Atascada.
Con flores secas.
Porque el cielo se niega a llorar.
Mientras,
tú dejas una llave
entre las piedras
por si no deshago la maleta.
Y todas tus camas huelen a nidos perfectos
y todas se me antojan buenas.
2 comentarios:
ayer llovió aquí un poco.
ojalá que siga. un beso
Elchi,
te echaba de menos,
como a la lluvia.
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