Amelié monta en la Noria

Y se olvida de pagar el ticket
porque tiene la cartera vacía,
eso sí, a cambio,
se compromete a engrasar todas las tuercas
que sean necesarias.

Se monta en una de las cestas
y... alehop!!
Crece su optimismo a medida que asciende.
Porque aunque no remuneradas, tiene vacaciones,
porque pasa frío por las calles, no en una nave,
porque hay música brsileña en los bares castellanos,
porque huele a viaje sin salir de casa,
porque para todo hay segundas oportunidades.



Amelié, la ciclotímica, os desea
FELIZ SALIDA Y ENTRADA.

1 comentario:

moonlight dijo...

comparto la debilidad por la musica brasileña, que metamorfosea en magia lo cotidiano!