Flotadores para no hundirse

Me sorprende que algunas personas
cuestionen aún la permanencia de las bibliotecas.
De acuerdo, con internet hasta en la bolsa de playa,
tenemos toda la información, el ocio y el vicio
que uno quiera,
pero señores,
las bibliotecas siguen siendo
ese pequeño puerto donde anclar.

Anclar
cuando a uno le apetece dejarse sorprender
por el aliento de los libros viejos,
anclar
después de haber navegado
kilómetros sobre asfalto.
Anclar.
(Las cazadoras también se usan en nuestro verano)

En ocasiones
hay libros que saltan al agua
y me salvan.
Como tus brazos.

2 comentarios:

Isra dijo...

Vamos a cuestionar la presencia hasta de la calle, con internet no va a hacer falta salir para nada...

¿Qué verano es ese? Yo quiero.
Estoy asado, 100%.

NubOsidad VaRiable dijo...

Verano castellano Isra!!